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martes, 8 de noviembre de 2016
domingo, 25 de septiembre de 2016
lunes, 8 de agosto de 2016
El ARRUÍ, ¿QUIEN ESTÁ DETRÁS DE SU EXTERMINIO?
¿QUIÉN MOVIÓ LOS HILOS?
El arruí, ¿quién está detrás de su exterminio?
Cómo
en tantas otras cosas de la vida, solo el paso del tiempo nos ofrecerá la
respuesta. Son muchas las preguntas que nos hacemos desde ADHIF. Uno de los
pocos grupos que llevamos años defendiendo a los herbívoros en general y de
manera muy particular al arruí en la Comunidad Valenciana. Especie denostada
por muchos, pero siempre dominando, a falta de sentido común y argumentos
sólidos veraces y razonados, la razón de
la fuerza en lugar de la fuerza de la
razón.
Si José Antonio Valverde levantara la cabeza y
conociera el tratamiento otorgado a sus
recomendados, como la especie idónea para cubrir un nicho ecológico vacío en el
levante español, estamos seguros que no
avalaría semejante disparate, como lo
hacen algunos de sus discípulos.
Aquellos desconocidos animales
llegaron en cajones de madera procedentes de Fráncfort y de Casa Blanca y ahora
les espera un contenedor de reciclaje.
Hasta
aquí hemos llegado con una gestión cinegética cuando menos mejorable, acertada
para unos pocos y para muchos nefasta. Y
lo que nos queda, conociendo ya como se las gastan los que dirigen el medio
ambiente, podemos asegurar que será
igual o peor. Aunque el final será siempre más de lo mismo, favorecer
únicamente a unos pocos, perjudicando al resto.
Nos
podemos preguntar si las subvenciones no hubieran arruinado, con sus políticas
intencionadas al minifundio y, a estás altura se conservaran las viejas
costumbres de vivir en el campo y del campo. Es decir, trabajar la tierra, sacar algo de beneficio de forma sostenible
en aquellas pequeñas propiedades
aisladas o en la alta montaña. Si
se hubiera protegido adecuadamente el minifundio, también se habrían conservado muchas tradiciones que hoy ya solo
vemos en los museos etnográficos. Tendríamos pastoreo extensivo, menos
superficie forestal y menos incendios.
Ahora lo próximo es certificar la defunción, del último hombre del
campo, su desaparición total y sus costumbres. Todo subvencionado claro está,
como casi todo lo que venimos haciendo en las últimas décadas.
Primero
empezaron concediendo subvenciones por ha, o por cabeza de ganado, menudo
chollo. En aquellos lugares peor comunicados, alejados de las grandes
poblaciones, una pequeña ayuda sin contrapartidas era algo inimaginable. Es
esas zonas siempre fue difícil sacar adelante las cosechas. La mecanización
llegó tarde y es de difícil aplicación,
la climatología y la orografía, los pequeños enclaves no permiten
grandes producciones, luego una pequeña
ayuda venía muy bien.
Pero,
sin darse cuenta, como quien se va quedando dormido, los precios de lo que se
vendía bajaban y los precios de lo que se compraba subían. En pocas décadas, el
programa, en teoría para ayudar al mundo rural, evitar la despoblación,
conservar la biodiversidad, hacer un uso sostenible del medio ambiente,
mantener las escuelas en los pequeños pueblos…
Programas, cargados de millones, (a juzgar por nuestros Ministros de
Agricultura que cada año volvían de la UE con más millones), han ido dando como
resultado el abandono del campo hasta límites inimaginables. Cada año, más millones a repartir entre menos
agricultores. Miles de pequeños
agricultores y ganaderos han tenido que abandonar sus haciendas. Las
subvenciones por unidad, han sido funestas, el grande se come al pequeño. Cada
año hacía falta tener más superficie, más unidades de ganado. Estos, al no
poder seguir ese ritmo han tenido que cerrar miles y miles de pequeños
agricultores. El final del minifundio y el final de los productos naturales que
se producían, el final de los pequeños pueblos, sus caseríos y aldeas.
Algo
diferente hubiera sucedido si las subvenciones agrarias de la UE, del Ministerio y de las CCAA, NO fueran directamente proporcionales, es
decir, a mayor número de unidades
subvencionables menor cantidad por unidad, y a menor número de unidades a
subvencionar, mayor cantidad por unidad. Algo del todo lógico y comprensible,
ya que no se puede mecanizar lo mismo, los costes son diferentes,
las distancias etc. El mismo
dinero pero repartido de otra manera. Esta es la clave y aquí estaba la
salvación del minifundio. -Ahora ya es tarde. Muchas de esas superficies
agrícolas ya son terreno forestal. El
manejo de aquellas pequeñas hacienda ha desaparecido. Ya no hay remedio.
Lo planearon y les salió redondo.
Al
principio, los agricultores en un intento por sobrevivir, aumentaron las
unidades (número de has o de cabezas de ganado) para obtener más ayudas,
incorporando lo que otros iban dejando. En esta primera criba cayeron la mitad
y los que quedaron aguantaron unos pocos
años, pero pronto se dieron cuenta que los precios/unidad de lo que compraban,
seguían subiendo, los protocolos a cumplir eran cada vez más exigentes y lo que
vendían seguía bajando. Hasta que la situación en muchos zonas se hizo
insostenible y fueron abandonando todos.
Pero
en el levante español les salió un competidor y
había que eliminarlo. Este fue
nuestro amigo el arruí. Adaptado perfectamente a nuestro clima, resistente
incluso a las extremas sequías. Sin depender de las subvenciones y sin ayuda de
nadie, se hizo fuerte, colonizó algunos territorios y empezó a ser rentable.
Requisitos NO compatibles con el abandono del mundo rural perfectamente
planificado. No solo en las aldeas, caseríos o fincas aisladas de nuestras
montañas levantinas, también en muchos pequeños pueblos, ya no hay niños por
las calles, han cerrado las escuelas, la tienda de ultramarinos, el consultorio
del médico y ya no llega ni el cartero. “Gracias por su política de ayudas
al mundo rural”.
En
estas zonas quedan pocos recursos que puedan detener la despoblación. El
cinegético es uno de ellos, y el arruí es parte
fundamental a pesar de la pésima gestión
cinegética, en un recurso, turístico y cinegético que ayuda a la subsistencia
de algunas zonas. Al mismo tiempo está contribuyendo a la biodiversidad, pero
por algún motivo desconocido, se vuelve a usar la razón de la fuerza y en
contra de, y se vuelve a impedir que el
arruí continúe ocupando el nicho ecológico vacío que han dejado los herbívoros salvajes y la
ganadería intensiva en nuestros montes.
Para
llegar a este punto, todos los actores implicados, han ido siguiendo los guiones
marcados para representar la obra a la perfección sin que se notara mucho.
Primero
había que hacer uso del CSIC para darle mala publicidad a este inocente
animal. Así llegaron los primeros
estudios que intentaban demostrar su carácter exótico invasor, competidor de nuestra cabra hispánica,
devorador de miles de endemismos…. Como
si en estas mismas sierras, cuando el hombre tenía ovejas, cabras o vacas, éstas no hubieran tenido exactamente
el mismo comportamiento. Pero si lo dice el CSIC, lo publica la prensa, lo avalan algunos grupos ecologistas, “aunque
la mayoría subvencionados”, y todos ellos siguiendo el guión previamente marcado, la gran
mentira se convierte en verdad.
Para
llevar a cabo este plan contra el
inocente arruí, también se apoyaron en
los falsos daños a la escasa agricultura
que a malas penas sobrevive. ¡ Otro
grave error!. Los daños a la agricultura son los precios y las subvenciones que
ya hemos detallado. Pero fue la excusa
perfecta para permitir, autorizando sin ningún control, permisos de caza
ilimitados para deteriorar la especie en
libertad, culparla de los daños del jabalí, conejo.. y de paso, para que no se
notara demasiado, favorecer a los amigos.
¡Cuánto inocente! dicho sea con todos
nuestros respetos a los no culpables.
Porque no podemos llamar cazadores a quienes se han prestado a la
desventurada gestión del arruí en estos años, sabiendo que, el negocio estaba y
aún está, en los grandes vallados cinegéticos repartidos por varias provincias
españolas. ¡Qué vergüenza, cuánta
mentira contada!.
También
era necesaria la colaboración de las organizaciones de cazadores. Sus
responsables miraron para otro lado durante muchos años. Jamás se supo nada de ellos, incluso cuando
fueron invitados por ADHIF, en todos estos años ellos estaban en otra onda,
especialmente los más las Federación Valenciana y Murciana. Ahora, sorprendidos por la Sentencia del TS organizaron
una manifestación en Madrid, con tan buena fortuna que coincidió con muchas
otras y no se hizo eco ni la prensa y menos un
Gobierno en funciones. Por supuesto que nuestra Ministra ni se inmutó,
demasiado saben todos que esto está bien atado y la representación dela obra
estaba embriagando al público.
Pero
por si algo fallaba, siempre nos quedaba el BOE. Con estas coartadas perfectamente
planificadas el Boletín Oficial publicaba el RD
Ley 1628, de 11 de noviembre de
2011. Bien es cierto que en algunas CCAA como la Valenciana, se adelantaron dos
años y ya era exótico invasor desde 2009 con su Decreto 213/2009, y sin aportar
estudios concluyentes, ni documentos de
ningún tipo. Algo sorprendente, el
ministerio se dejó adelantar y no dijo nada, “formaría parte del plan”.
Por
si quedaban dudas se derogó el anterior RD Ley de 2011 y se publicó otro, el RD
Ley 630/2013 de 3 de agosto. Con este ya
quedó todo claro, los jueces ya podían dictar sentencia. Y esto es lo que acaba
de ocurrir con la reciente sentencia del TS.
De
nada sirvieron las cartas enviadas desde ADHIF, al ministerio y a las CC.AA
desde el año 2010, los recursos a los tribunales, los artículos publicados en las revistas
especializadas de caza, ni las denuncias
publicadas en los periódicos. El destino
estaba escrito, era exótico-invasor,
aunque no cumple ni uno solo de los requisitos para serlo. Algunas
respuestas del Ministerio en el año 2012,
a nuestros primeros recursos fueron tan fundamentadas como qué, (esta especie pisa y compacta la tierra,
y perjudicaba a endemismo) algunos de
los citados en sus respuestas no se
encuentran en el levante español. “Como si el resto de seres vivos volaran”.
Firmado todo esto por nuestro Ministerio de Agricultura en varias ocasiones. Luego llegaron los Recursos, el primero el
239/ 2014, y las sentencias que, aun
reconociendo que no había base legal para declararlo invasor, no podían
sentenciar a nuestro favor, al no pedirlo entidades con suficiente respaldo
social y científico. Sentencia nº 714
del TSJM del 30/12/2014., de la Audiencia de Madrid y por la que ADHIF
como demandante contra nuestro, Superpoderoso Ministerio, no fuimos condenados ni a costas.
Si alguien tiene interés en
toda esta documentación la tenemos a su disposición.
De
las CC.AA podemos decir que ni se molestaron en contestar, a nuestros Recursos
de Alzada, y cuando lo hicieron sus respuestas fueron menos fundamentadas que
las del ministerio.
Tanto
el Ministerio, como las CC.AA siempre se basaron en el estudio de Jorge Cassinello del 2007,
miembro del CSIS, Acevedo y otros, junto a
los informes del Consejo Nacional de la Biodiversidad. Informes que no
hemos visto y que no aparecieron en el juicio que se celebró en la Audiencia de
Madrid en el año 2014, Sentencia nº 714
del TSJM del 30/12/2014 ya citada.
Ahora,
aunque tarde, se reconoce el error. Nuestro
amigo Jorge Cassinello y otros, afirman que NO es invasor, cuándo se
pasaron muchos años diciendo lo contrario. Ya se lo hemos agradecido de
corazón, pero siempre nos quedará la duda, si cuando defendían otras posturas "era a sabiendas o no".
En
estos aciagos años, uno de los pocos que se atrevió a publicar algo positivo
del arruí fue el autor del libro Amenaza u Oportunidad. Catedrático D. Alfonso San Miguel.
El
arruí no reúne si uno solo de los requisitos para ser declarado
exótico-invasor, reciente demostrado, como también su carácter pastador y poco ramonedador.
· No
desplaza a la cabra montés, recientemente demostrado por los estudios de Sergio
Eguía.
· No
contamina ni transmite enfermedades, en 40 años no ha transmitido ninguna
enfermedad. Y sus episodios de sarna, siempre fueron a través de otros.
· No
se hibrida, no han sido capaces de lograrlo ni en laboratorio en estos 40 años.
· No
afecta negativamente a las economías locales. Al contrario, son muchos sus
beneficios, como recurso cinegético, turístico y gastronómico.
· Está
declarado como especie protegida por la UICN, en la categoría de vulnerable
página 24. También fue ignorado esa catalogación internacional. Y su tendencia
según la propia UICN, es de una disminución del 10% cada año, hasta situarse en
peligro de extinción en pocos años.
El
único organismo que no entró del todo en el juego, manteniéndolo como una especie vulnerable fue la
UICN, pero eso no tuvo repercusión. Aquí
se siguió el guión establecido para acabar con el arruí en libertad. Pero de los vallados cinegéticos nadie dice
nada. “Y que quede constancia que no tenemos nada en contra”. Pero entendemos que la Ley debe afectarles, en
cuanto a su deber de pronta erradicación, prohibición de comercialización etc.
Los
grupos ecologistas tampoco les importa que se cumpla la sentencia en los
vallados, no vemos manifestaciones a las puertas de las grandes fincas. Tampoco
vemos que se tenga interés en erradicar todas las especies exóticas invasoras y
les podemos asegurar que hay unas
cuantas en la misma lista que el arruí.
A juzgar por los movimientos de
las AA.PP, del resto de las especies exóticas invasoras del catálogo no se dice
nada. Hasta el momento solo se pide a los cotos que erradiquen el arruí, por todos los medios a
su alcance, (batidas esperas recechos ..) ¿Por qué no se remiten cartas a los
propietarios que tienen plantas
declaradas en el mismo R D Ley como exóticas invasoras, pidiéndoles que las
erradiquen con la misma premura?.
Ahora
solo queda conformarse con el recuerdo y confiar en que siempre quedará
alguna finca o algún pequeño pueblo que por una vez, no haga ni puñetero caso a los
dictámenes de los políticos y sus acólitos, negándose al exterminio. Ya conocen el resultado de las anteriores
promesas. Ruina y abandono de sus
propias tierras casas y pueblos, éxodo a la capital, perdida de muchos
valores….
Ahora
las universidades y los científicos… se
afanan en recuperar semillas de lo poco que pueda quedar, en inventariar
materiales de usos y costumbre. Sabiendo
que, dentro de muy poco tiempo
cerrarán hasta los pequeños museos
etnográficos de todos los pequeños pueblos y se habrá cerrado el circulo.
Confiemos
en que los culpables, que son muchos, algún día no muy lejano, rectifiquen y
aunque sea en cajones de madera, vuelvan a traerlo otra vez y les permitan
colonizar de nuevo el levante español.
Miles
de millones que tendría que repartirse entre miles de pequeños agricultores, se
reparen entre las grandes fincas. Si
alguien tiene curiosidad que consulte la página
http://www.fega.es/PwfGcp/es/accesos_directos/consulta_de_beneficiarios_de_ayudas_de_la_pac/consulta_de_beneficiarios_2015_presenta.jsp/FgpFormularioConsultasBene del
ministerio y podrán consultar las cantidades que se reciben en todas las
grandes fincas de España. Esa es la causa de la despoblación y abandono de las pequeñas explotaciones
agropecuarias de montaña. Y en paralelo,
aumento de la superficie forestal, abandono de los montes y aumento del número de incendios forestales. El coste
total, en millones de euros y calidad de vida, --incalculable.
Y el arruí
cometió el error de adaptarse al hueco que le hemos dejado, además,
colaboró en la biodiversidad, dio beneficios y no hizo ningún mal.
“Imperdonable”, esto no se puede admitir. Un arruí no puede ir en contra de la desaparición
planificada del mundo rural, desde hace muchos años. Ahora, amigos, en el mejor de los casos para
cazar o fotografiar un arruí, -- pasar antes por caja, y si lo exterminan en
los vallados, cruzar el charco y llegar a Texas.
Quién
mueve los hilos para tanto despropósito. Realmente han calculado el coste de la
operación. ¿Los cazadores están
resignados?, ¿cómo puede ser que no se rebelen contra esto?. “Despierten”, aún
estamos a tiempo. Se nieguen a participar en
esta jugada, perfectamente calculada. Se pregunten, ¿por qué no
exterminan el resto de especies exóticas invasoras, infinitamente más perjudiciales
que el arruí? Reflexionen no hagan el juego a los que planificaron todo esto.
Si hay que cumplir la Ley, empecemos por el principio, para llegar al extermino
del arruí falta un rato.
Ahora
nos llega la lista de especies exóticas invasoras preocupantes, publicada en el Diario oficial de la UE el día 14 de
julio, en ella no se encuentra el arruí. Mira por donde, ya no es tan invasor.
REGLAMENTO DE EJECUCIÓN (UE) 2016/1141 DE LA COMISIÓN
de 13 de julio de 2016 por el que se adopta una lista de especies exóticas
invasoras preocupantes para la Unión de conformidad con el Reglamento (UE) n.o 1143/2014
del Parlamento Europeo y del Consejo Hecho en Bruselas, el 13 de julio de
2016. Por la Comisión El Presidente Jean-Claude JUNCKER
Esperamos
que sean diligentes y prestos a sus obligaciones con la Unión Europea y
empiecen a rectificar. Mientras que el próximo Gobierno no resuelva la
modificación de la norma y sobre lo publicado en el Diario Oficial de la UE,
desde ADHIF, pedimos a todos los cazadores, que nadie mate un arruí. Su exterminio, es
acabar con lo poco rentable que les queda a
muchas fincas cotos y pequeños pueblos.
sábado, 14 de mayo de 2016
domingo, 8 de mayo de 2016
martes, 3 de mayo de 2016
viernes, 15 de abril de 2016
sábado, 2 de abril de 2016
lunes, 28 de marzo de 2016
martes, 22 de marzo de 2016
sábado, 12 de marzo de 2016
RESPUESTA DE ADHIF A LA NOTICIA PUBLICADA POR EL DIARIO INFORMACIÓN EL 07/03/2016
En contestación al diario Información del 7 de marzo,
sobre los 6000,€ de pérdidas en Torretes Ibi, por daños de arruí.
Con todo nuestro cariño respeto y admiración a todos los catedráticos y
especialmente D. Segundo Ríos y a Eduardo Galante, a ambos el
Parque Natural de la Font Roja les debe muchísimo. Conocida es su pertenencia
al Consejo Rector del Parque desde su fundación. Y conocida también es su
brillante trayectoria por sus trabajos de investigación en este emblemático
Parque Natural.
Ahora bien, dicho esto, tenemos que lamentar que la prensa continúa
distorsionando la realidad de lo que realmente pasa con el arruí.
No se amplía la zona de exclusión del arruí. El Parque Natural está
íntegramente en zona de exclusión y pronta erradicación., Orden 11/2014 de 4 de
julio DOGV 12/06/2014. Según dicha Orden y a pesar de nuestra clara oposición
al exterminio, a día de hoy ya no debería quedar ni un arruí en el Parque
Natural, por ser zona de exterminio, artículo 3 .1. Si bien, un
error en la Orden, aunque no sabemos si intencionado, en el anexo I,
cuando delimita la zona de control, permite a los cotos con terrenos
en ambas zonas, hacer gestión en la zona de erradicación. Casualmente la
zona de Torretes está dentro de un coto que se ve afectado por esta
excepción y por tanto no tiene obligación al exterminio.
En cuanto a los daños valorados en 6000 € son exigibles al coto
de caza. Como ya hemos dicho en muchas ocasiones, --cazar en las zonas de
reserva de los cotos, --caza en las zonas de refugio natural de las especies,
--no poner comida, en años como este con una enorme sequía, "recomendación
que hace Conselleria", tener cebaderos en las zonas próximas a cultivos
etc, hace que los arruís bajen a zonas de bancales y causen daños en los
cultivos. Daños que se pueden impedir si se hace una buena gestión y si se
protegen los cultivos con un pastor eléctrico que además de barato es muy
efectivo.
Los beneficios obtenidos por la caza del arruí en el Parque Natural,
superan con diferencia los 6000 € de daños y el coste de un pastor eléctrico. A
este respecto les remitimos a leer lo publicado en nuestro blog. http://wwwadhif.blogspot.com.es/2016/03/respuesta-de-adhif-al-articulo.html.
También les invitamos a consultar la prestigiosa revista Trofeo de marzo
2016 en la que se publica un artículo muy interesante, desmontando la última
falsedad que se mantenía sobre este inocente animal. El arrui no desplaza a la
cabra montés. Por tanto, ya no hablamos de una especie invasora. No
reúne ni un solo requisito. ( no contamina, no se hibrida, no desplaza a otras
especies, no transmite enfermedades, no perjudica a las economías locales, es
más pastador que ramoneador, es resistente a la sarna, etc)
Como asociación defensora de herbívoros, seguiremos denunciando todas
estas irregularidades que se siguen produciendo en los cotos y en la prensa.
Defendemos a este y otros rumiantes salvajes, por sus enormes beneficios a la
biodiversidad y lucha contra los incendios forestales, en una zona que hace
años no cuenta con ganadería, además de ser recurso cinegético
y turístico.
En cuanto al cerdo vietnamita, otra irregularidad compartida por muchos. De
sobra se sabe que se hibrida y que causará problemas, pero la pregunta es otra
vez la misma de siempre, ¿por qué no se aplica la Ley?
ADHIF
jueves, 3 de marzo de 2016
RESPUESTA DE ADHIF AL ARTÍCULO PUBLICADO POR EL PERIÓDICO LEVANTE EL 21/02/2016
Como
asociación defensora de herbívoros, no podemos pasar por alto algunas de las
irregularidades que se comentan en el artículo de prensa publicado en LEVANTE,
el 21 de febrero titulado, MULFONES Y CABRAS MONTESAS DESTROZAN COSECHAS EN LAS
COMARCA DEL INTERIOR. Artículo firmado por David Laguía.
Desde
nuestro punto de vista y como ya venimos
denunciando desde hace años, sobre todo en la
provincia de Alicante. Los herbívoros salvajes benefician la biodiversidad y son un recurso cinegético
turístico y gastronómico de primer orden….y no son el problema. Ellos están en
el territorio y ya hacen mucho con sobrevivir sin pedir nada a cambio. Son los
únicos herbívoros que nos quedan en los montes, (porque la ganadería extensiva
va a menos o está desaparecida). Son los cotos de caza, los agricultores y la
Administración, los que tienen la encomienda de su gestión, protección, fomento,
control y conservación, de acuerdo con la Ley de Caza de 1970 y Ley 13/2004 de Caza de la CV concretamente
los artículos 34, 35, 36, 37 y 38. Además en los PTOC, queda claramente reflejado
los aprovechamientos de este recurso
Pero
la realidad en bien distinta. En muchos casos hablamos de cotos de caza menor
con especies de caza mayor, de las cuales se está haciendo un aprovechamiento
cuando menos irregular.
Pero
entrando en el contenido del artículo, intentaremos aclarar a los ciudadanos
que desconocen este asunto que, tanto el periodista que firma la noticia como
el representante de ASPA. D. Ismael Saurí, desconocen, por lo menos en parte, a juzgar por lo que aseguran en prensa.
·
El
muflón no es una especie exótica, es una especie cinegética en la Comunidad
Valenciana y en toda España.
·
Por
las fotos publicadas, son árboles
agrícolas en terreno forestal, es decir no es un cultivo agrícola, es un bancal
abandonado, sin cultivar ni podar desde hace años, a juzgar
por el matorral forestal de la fotografía, ¡luego no hay daños en la
agricultura!!!.
Y
ahora viene la parte que como asociación llevamos años denunciando.
Los
agricultores ceden sus terrenos a unos cotos y estos tienen unas obligaciones
que no cumplen. En ocasiones hasta ponen los cebaderos a pie de monte, con
sales, trigo gasoil etc, lo que atrae a los animales a zonas próximas a los
cultivos. Por otra parte, los cotos de
caza no respetan las zonas de reserva. Estas zonas de refugio de fauna harían
su función, pero al entrar a cazar obligan a salir de los refugios a las cabras
y muflones, esto es otra de las irregularidades que se producen. Pero en
muchos casos que conocemos, además de los cebadero a pie de coche y próximos a
cultivos, si hay urgencia de cazar, (porque ya no se hacen largas jornadas de
caza), se almuerza en el bar, se va en coche a las zonas de refugio de los
animales, se caza y a medio día de vuelta en el pueblo.
Muchos
agricultores, posiblemente, piensan más
en las subvenciones que en la producción,
y muchos menos fijarse en lo que pasa alrededor de sus cultivos, por ejemplo
ver si tienen cebaderos cerca, si el coto toma medidas preventivas, si realiza
las inversiones que tienen obligación, si hace mejoras etc
Conselleria,
en muchos cotos se limita únicamente a
dar permisos, pero sin condicionados para que se cace exclusivamente en las
zonas próximas y sin comprobar el cumplimiento de los PTOC ni la Ley de Caza, como por ejemplo, la
obligación de invertir un 35 % como mínimo, del valor en vivo de las rentas
cinegéticas, en mejora para la fauna, protección de cultivos, artículo 35 punto
1 y 2, y siguientes
Cazadores
y cotos, en muchos casos, tampoco cumplen con la Ley de Caza, ni el
PTOC, aquí se sigue cazando a la vieja usanza
y sin miedo de anulación del coto. "No conocemos ningún caso en los últimos años".
Los
agricultores tienen muchos problemas, el principal los bajos precios de lo que
venden y los altos de lo que compran. También tienen otros como plagas, enfermedades, sequías, robos etc. No son los muflones y las cabras montesas los únicos culpables de
esos enormes destrozos que denuncian en sus cosechas. En su mayoría, a cambio de ceder sus terrenos
a los cotos, deben exigir medidas de prevención, una de ellas son los vallados
eléctricos, fáciles de poner, económico y seguros. Esto es obligación de los cotos de caza, o si
se acuerda a gastos compartidos, pero hay soluciones. Lo que no parece acertado
es que se tenga que vallar el monte o exterminar este valioso recurso natural
como es la caza mayor, como la única solución, aunque esta cuente con el apoyo técnico de algunos que tienen otros intereses.
En
años tan escasos en lluvias como estos últimos, los animales se ven obligados a
bajar a los valles y bancales en busca de agua y mejores pastos. Conselleria
tiene a disposición de los cotos unas recomendaciones por la sequía, si se
aplicaran, paliarían muchos daños en la agricultura. Entre ellas está, poner agua y comida en el monte, ahuyentar
los animales próximos a cultivos…. Hacer compatible y sostenible la agricultura
y la caza conlleva algunos sacrificios por parte de todos.
Finalmente,
el incumplimiento de las normas lleva aparejada la anulación del coto, pero eso
ya es pedir un imposible en estas tierras. Pero si los cotos de caza, los
agricultores y la Conselleria estuvieran cumpliendo la Ley de Caza o por lo
menos los artículos citados, estos problemas no se producirían.
ADHIF,