En contestación a lo publicado en el Periódico Ciudad de Alcoy el día 17 de diciembre. Como Asociación Defensora de Herbívoros Contra Incendios Forestales. ADHIF. Queremos hacer público.
Punto 1.
El Decreto 213 de 20 de noviembre de 2009, de especies exóticas invasoras de la Comunidad Valenciana, no incluye el muflón como especie invasora, como se asegura en lo publicado. El arruí sí está incluido, pero también otras especies que están dentro del parque como el Ailanthus altissima, Agave americana y algunas yucas y casualmente no citan.
Punto 2.
Si miramos al pasado, en las 13 masías que hay dentro de parque, en épocas pasadas había un mínimo de dos o tres caballerías, un rebaño con medio centenar de cabezas e incluso alguna vaca. Unas cifras muy superiores a los 45 muflones que hay ahora.
Cuando se ponga en marcha el proyecto ganadero para mantenimiento de áreas cortafuegos habrá que contar por lo menos con 300 cabezas de ovejas o cabras para unas 300 has de cortafuegos. Unas 100 reses por cada 100 has
Si miramos las capacidades de carga en herbívoros por has nos encontramos que en ganadería y siempre dependiendo de la calidad y cantidad de pastos, esta oscila entre 50 y 100 reses por cada 100 has. En fincas donde se alimenta al ganado 150 y 200 por cada 100 has. En vallados de caza mayor está entre 20 y 30 reses por cada 100 has. Resolución de Conselleria de Agricultura de 29 de marzo de 1993. Con los 45 muflones estamos en 2 reses por cada 100 has.
Actualmente no hay ninguna normativa que regule la carga pastante de ganado ni de caza mayor en el parque. Hemos de recordar que hace años que debía estar aprobado el Plan Cinegético del Parque y en los Planes de Ordenación tampoco se contemplan esos datos. En todo caso la carga admisible dependerá de muchos factores limitantes como la cantidad, calidad de los pastos, los daños en la regeneración del arbolado, daños en especies protegidas, problemas sanitarios, calidad de los trofeos etc. Cuando se realicen los estudios pendientes y sean aprobados los Planes de Ordenación sabremos con exactitud cuántos muflones, cabras monteses, ovejas o vacas admite cada coto privado del parque o el parque en su conjunto. Mientras tanto luchemos porque los responsables del parque cumplan las normas y dejemos que los 45 muflones y los escasos arruis que sobreviven que continúen reproduciéndose.
En cuanto a los arruis, hemos de recordar lo que hemos dicho en más de una ocasión. Al estar declarado como especie exótica invasora, aunque en nuestra opinión no lo és y recurriremos el Decreto. La propia Consellleria que dictó el Decreto debe hacerlo cumplir y exterminarlo. Pero tampoco vemos que nadie proteste cuando la propia Conselleria incumple el citado Decreto y el arruí figura en la Orden de vedas de 2010 como especie cinegética, autorizándose su caza únicamente al rececho. Además de cinegética también es una especie protegida. Con lo que no tenemos en la actualidad ninguna otra especie animal catalogada en 3 categorías diferentes.
Punto 3.
En las últimas décadas los montes no contaron con herbívoros y por tanto la vegetación existente nos parecen ahora inadaptados a los dientes de los rumiantes, pero estos efectos sobre la vegetación que ahora algunos observan como mucha atención, son completamente normales. En todo caso, como ya se demostró hace un año estos efectos visuales son temporales y sin consecuencias negativas. La vuelta de los herbívoros a los montes devolverá la normalidad y en pocos años se empezaran a ver los efectos positivos de los herbívoros en el parque. La presencia continuada de estos animales en los montes mejora los pastos existentes y éstos crean nuevas zonas de pastoreo en lo que ahora son matorrales heliófilos. Estos nuevos pastos más ricos en nutrientes benefician directamente a otras especies como el conejo y la perdiz e indirectamente a otras muchas. Pero en ningún caso destruyen hábitats ni acaban con ningún tipo de vegetación. Si es cierto que reducen aquellas heliófilas “invasoras de claros sin árboles” y que por desgracia son las dominantes en nuestros montes. Las mismas que aumentan el riesgo de incendios a la vez que dificultan su extinción.
Sin embargo los arbustos y árboles que hoy tenemos en nuestros montes están adaptados al acoso de los herbívoros porque sobrevivieron a ellos cuando las densidades eran muy superiores. Quizás, algunos de nosotros no lo estemos tanto y tengamos que aprender algo del pasado como ya lo están haciendo en muchos montes protegidos de España y con excelentes resultados.
En cuanto a las herbáceas protegidas, (anuales vivaces o perennes), al contrario de lo que se piensa, con más luz aumentará su presencia. Nos remitimos a lo publicado por algunos expertos, entre otros.
D. Alfonso San Miguel Ayanz, Catedrático de la Universidad de Madrid y Director del Departamento de Silvopascicultura, --el aprovechamiento de los pastos, la ganadería extensiva los incendios y la caza
D. Eduardo Galante Patiño, Catedrático de Zoología en la Universidad de Alicante y Director de CIBIO, --actividades agrosilvopastorales.
Doña Ana Belén Robles Cruz, Doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Granada, --la prevención de incendios forestales mediante el pastoreo.
Solo hay una excepción a todo lo anterior, Si los herbívoros están en un monte vallado y cada res dispone de menos de una has, circunstancia que no se da en el parque, los efectos sobre la vegetación pueden ser negativos aunque no irreversibles. Si en algún vallado de la Comunidad se estuviera dando esa densidad, es de suponer que los defensores de las plantas lo habrían denunciado.
Punto 4.
En cuanto a los efectos sobre la erosión en el parque no hay ninguno. En este punto una vez más levantamos la voz contra el jabalí por el daño que está produciendo y que casualmente a nadie parece importarle.
Finalmente, desde ADHIF queremos reiterar una vez más que mientras no se demuestre lo contrario, seguiremos defendiendo en estas páginas y llegado el momento en los tribunales, la presencia de herbívoros en los montes de la Comunidad Valenciana incluido el Parque Natural de la Fuente Roja, su defensa está respaldada por muchos estudios realizados y porque los resultados obtenidos en montes con herbívoros en la Comunidad Valenciana y en el resto de España, demuestran que son enormemente positivos.
En las últimas décadas los montes no contaron con herbívoros y por tanto la vegetación existente nos parecen ahora inadaptados a los dientes de los rumiantes, pero estos efectos sobre la vegetación que ahora algunos observan como mucha atención, son completamente normales. En todo caso, como ya se demostró hace un año estos efectos visuales son temporales y sin consecuencias negativas. La vuelta de los herbívoros a los montes devolverá la normalidad y en pocos años se empezaran a ver los efectos positivos de los herbívoros en el parque. La presencia continuada de estos animales en los montes mejora los pastos existentes y éstos crean nuevas zonas de pastoreo en lo que ahora son matorrales heliófilos. Estos nuevos pastos más ricos en nutrientes benefician directamente a otras especies como el conejo y la perdiz e indirectamente a otras muchas. Pero en ningún caso destruyen hábitats ni acaban con ningún tipo de vegetación. Si es cierto que reducen aquellas heliófilas “invasoras de claros sin árboles” y que por desgracia son las dominantes en nuestros montes. Las mismas que aumentan el riesgo de incendios a la vez que dificultan su extinción.
Sin embargo los arbustos y árboles que hoy tenemos en nuestros montes están adaptados al acoso de los herbívoros porque sobrevivieron a ellos cuando las densidades eran muy superiores. Quizás, algunos de nosotros no lo estemos tanto y tengamos que aprender algo del pasado como ya lo están haciendo en muchos montes protegidos de España y con excelentes resultados.
En cuanto a las herbáceas protegidas, (anuales vivaces o perennes), al contrario de lo que se piensa, con más luz aumentará su presencia. Nos remitimos a lo publicado por algunos expertos, entre otros.
D. Alfonso San Miguel Ayanz, Catedrático de la Universidad de Madrid y Director del Departamento de Silvopascicultura, --el aprovechamiento de los pastos, la ganadería extensiva los incendios y la caza
D. Eduardo Galante Patiño, Catedrático de Zoología en la Universidad de Alicante y Director de CIBIO, --actividades agrosilvopastorales.
Doña Ana Belén Robles Cruz, Doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Granada, --la prevención de incendios forestales mediante el pastoreo.
Solo hay una excepción a todo lo anterior, Si los herbívoros están en un monte vallado y cada res dispone de menos de una has, circunstancia que no se da en el parque, los efectos sobre la vegetación pueden ser negativos aunque no irreversibles. Si en algún vallado de la Comunidad se estuviera dando esa densidad, es de suponer que los defensores de las plantas lo habrían denunciado.
Punto 4.
En cuanto a los efectos sobre la erosión en el parque no hay ninguno. En este punto una vez más levantamos la voz contra el jabalí por el daño que está produciendo y que casualmente a nadie parece importarle.
Finalmente, desde ADHIF queremos reiterar una vez más que mientras no se demuestre lo contrario, seguiremos defendiendo en estas páginas y llegado el momento en los tribunales, la presencia de herbívoros en los montes de la Comunidad Valenciana incluido el Parque Natural de la Fuente Roja, su defensa está respaldada por muchos estudios realizados y porque los resultados obtenidos en montes con herbívoros en la Comunidad Valenciana y en el resto de España, demuestran que son enormemente positivos.
Estoy intentando dejar un ms y no me deja
ResponderEliminarLos muflones seguirán en el parque por muchos años.
ResponderEliminar