ASERMA forma parte de Unión por la Biomasa.
Un año más, la llegada del verano suscitará una nueva
espiral de incendios forestales en nuestro país. Un año más esta tragedia
medioambiental y económica -por desgracia y a menudo con su secuela de
pérdida de vidas- será objeto de informaciones, análisis y evaluaciones
que, cuando llegue el otoño, se olvidará hasta el próximo verano.
Un año más se anunciará por parte de las
administraciones públicas responsables un aumento de recursos destinados a
su extinción, mientras no se ponen en marcha medidas con proyección de
futuro dedicadas a la única tarea que reduciría de manera eficaz y progresiva
estos incendios forestales: las tareas de prevención de estos incendios y
de limpieza de nuestros montes. Un año más crecerá la superficie asolada y
serán necesarios más y más recursos públicos para recuperar los terrenos
afectados.
Esta política de extinción sin prevención ha
instalado en la opinión pública la percepción de que los incendios no se
pueden evitar y que solo queda trabajar más y mejor en su extinción,
dedicando cada vez más recursos públicos a este fin.
Los incendios forestales en España son consecuencia
directa de dos factores: los habituales veranos cálidos y secos
meridionales junto a la escasa gestión forestal que se lleva a cabo en la
singular masa forestal de nuestro país, y las escasas medidas de prevención
de estos incendios. Si no hay gestión de los montes, no existen recursos
suficientes para la prevención ni para la limpieza adecuada y permanente de
nuestros bosques. Y, lo que es crucial para alcanzar una reducción
permanente de estos incendios, no se consideran los beneficios finales que
una adecuada política de prevención de incendios reportaría a los sectores
económicos implicados y al erario público. Beneficios que además
contribuirían sustancialmente a reducir el mayor problema que tiene nuestro
país, el desempleo, y a minorar sustancialmente las emisiones de CO2 que
estos incendios provocan.
Cada año las administraciones públicas españolas
dedican a la lucha contra los incendios forestales un volumen de recursos
superior a los 700 millones de euros. Pero este presupuesto podría reducirse
sustancialmente si se estableciera un adecuado aprovechamiento de la
biomasa forestal.
Es posible evitar este coste en el balance final,
convirtiéndolo en positivo. Si se tiene en cuenta solo a las plantas de
biomasa existentes, su contribución a la evitación de incendios podría
estimarse en un ahorro final de casi 80 millones de euros. Si se añadiera
la capacidad de aprovechamiento de masa forestal para evitar incendios que
podrían absorber las plantas que se instalarían en España si se cumplieran
los objetivos para la biomasa incluidos en el PER vigente, la capacidad
asociada a estas plantas representaría un ahorro de costes por este
concepto para las administraciones públicas implicadas de unos 250 millones
de euros, y un balance anual positivo, considerando el coste tarifario por
producción de energía eléctrica en estas plantas de biomasa, de 184
millones de euros.
UNIÓN POR LA BIOMASA recuerda a las administraciones
implicadas que la conversión de biomasa forestal en energía no sólo es una
de las formas más eficientes de utilización y reciclaje de este recurso
sino que contribuiría mucho más eficazmente a la reducción de incendios
forestales que se multiplican cada año por estas fechas.
UNIÓN POR LA BIOMASA pide al Gobierno que diseñe y
apruebe un marco legal propio de la biomasa y no que, como hasta ahora, sea
un añadido más dentro de un conjunto que no reconoce las singulares
aportaciones sociales, económicas y medioambientales que esta energía
limpia induce.
El aprovechamiento de la biomasa debe ser, como lo es
en los países más desarrollados de Europa, un pilar clave en las políticas
públicas nacionales de prevención de incendios y de la creación y fijación
de empleo rural. Los tratamientos forestales preventivos, así como el
aprovechamiento de la Biomasa para producir energía, deben ser considerados
como un SERVICIO PÚBLICO A LA SOCIEDAD, que debe ser incentivado y
remunerado. Un pilar que debe asentarse definitivamente para que no
volvamos a asistir impotentes un nuevo verano –como es tristemente
habitual- al trágico espectáculo de la combustión incontrolada de miles de
hectáreas de masa forestal.
http://www.diarioinformacion.com/elche/2013/07/25/obligados-buscar-salida-campo/1399612.html
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